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Eih, Paco, ponme lo de siempre

Un fin de semana arriba, muy, muy, muy arriba ha sido suficiente. Ya no lo soportaba más. El desgaste ha sido excesivo, estoy rota, cansada. Lo peor de todo es que ha sido inevitable. Mi Olga maníaca ha construido una ciudad entera sin mi permiso.

Yo la miraba perpleja, mientras la iba guiando y dando pasos para construirla, pero no me hacía caso, como si yo no estuviera, como si no me escuchara. Creo que está sorda. Yo la veía como alzaba torres presuntuosas y admirables con adornos brillantes y lustrosos. Creo que hasta se me calló una lágrima al observar aquel paisaje.

Lo que tenía que pasar pasó. Esa ciudad construida en un día y con mínimos recursos se ha destruido de la misma forma que se creó. Era previsible. Mantenerla iba a ser demasiado costoso y complicado, la cantidad de canteras necesarias debe ser inimaginable. Así que, por ahora allí, no se puede vivir.

Tranquilos, no os preocupéis, estáis a salvo, he mentido a Olga maníaca en un bote y de aquí ya no sale.


Siempre acaba utilizando el mismo patrón, siempre acaba cometiendo los mismos errores. Allí en el mismo sitio, en el mismo punto y de forma tan predecible que a veces da miedo.

Tanto miedo que la tengo bien metida y tapada en el bote pero cuando sale... no sabe que hacer con todo lo que ve, es feliz, se vuelve loca, se desborda, se sobrepasa, su mente va tan rápido que no procesa, se descontrola. Quizá ese sea el problema. Habrá que sacarla más a menudo del bote e irle buscando recursos para que poco a poco vaya construyendo su ciudad.

Paco! hoy, sorpréndeme!

Comentarios

  1. Pobre Olga maníaca! Me gustaría saber cual es la Olga que la ha "mentido" en un bote. Que mente más perversa...

    Olga maníaca free!!

    Un beso a las dos (o más).

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