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Una bonita luz

Una sensación nueva. Un desequilibrio. Creo que ya no podré decir “a mi no me ha pasado”. Esa frase que últimamente tanto he repetido. Esa fuerza, esa sensación que tanto he anhelado y que quizá por eso haya ocurrido, aunque sea por unos instantes y aunque ahora pueda creer que sea mentira.

A veces tengo ganas de huir, dar la espalda, tomar el camino fácil, salir de esto. Esto que después de tanto anhelarlo me asusta. Pero ahora es cuando quiero que mi otro yo salga, que salga del bote y que construya. Que se olvide todo, que no calcule, que no observe más y que vuele más que nunca. Porque los miedos nos estancan y nos convierte en personas que no somos y no al revés. No podemos huir de nosotros mismos, de nuestro nombre aunque no nos guste.

No tendríamos que dejar de decir lo que sentimos en cada momento, porque siempre se entiende todo mucho mejor desde la emoción, desde el sentimiento. Aunque nuestra mente y nuestras palabras se empeñen en disfrazarlos, a veces con excusas.

Fue una bonita luz… que tengamos suerte.


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