Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2014

Más adentro

Odias la gente que te molesta que se mete en tu camino, no te dejan que las cosas salgan como tu quieres. Por eso los odias a todos. Sientes soledad infinita por cada poro de tu piel. No te apetece ir con ellos. No los conoces. No te conocen. Además, ocupan tu lugar imaginario. Has sentido un divorcio, una separación, un duelo con todo. Esa gente antes no estaba donde están ahora. Como si llegara un nuevo compañero de trabajo que te quita el puesto, que lo hace todo mejor que tu. Y te quedas relegado, mirando y esperando tu turno. Ese turno que nunca llega, ese nombre que nunca se pronuncia y que antes pronunciaban todos. O eso creías. Te quedaste en el olvido, en el más profundo olvido de la gente y ya nadie te recuerda ni te necesita. Tu falta de energía hace que no te muevas de tu sitio. Mientras esperas y buscas la satisfacción desde el exterior. Esperas de los demás algo, algo que te haga sentir bien. Pero cada vez te hundes más en una depresión. Los que antes estaban ahí ya

El renacer

Empiezo a pensar que esto es un renacer. Que ya no hay vuelta atrás...que los cambios son estables y que serán duraderos. Que ha surgido una nueva Olga, la de los 30. Como si fuera un nuevo modelo de coche, "nuevo Olga serie 30" Un coche más sabio, potente pero a la vez más especializado y concreto. Creo que cada vez soy más yo. Aunque para lo bueno y para lo malo. El nuevo modelo implica un cambio. Un coche nuevo que manejar, un nuevo asiento al que acomodarse, nuevos mandos, terrenos diferentes con características diferentes. Lo peor de todo es que no lo elegí de forma consciente. Es a mejor o a peor el cambio, os preguntaréis. Quizá mejor ni planteárselo. Está ahí y es lo que hay. O lo coges, o te peleas contigo mismo sin llegar a ninguna parte. Pues sí señores, hoy les presento el nuevo: "Olga serie 30" Básicamente es un coche de clase baja, ideal para ir al trabajo. Es individual, confortable y muy, muy discreto. Dispone de un amplio maletero, lo mejor del

La granja de Pepito

En esta noche oscura un gran manto de desidia envuelve y baña la granja, como niebla que se adentra por los huecos hasta humedecer y bañar todo con su opacidad, humedad penetrante que acaba atravesando la piel y sientes como va colonizando tu cuerpo. Muchos frentes abiertos y la desidia los arropa y adormece. Aquellos animalitos que con cariño los veías cada día, y les dedicabas tus pensamientos y esfuerzos, ves como van creciendo como se van transformando...

La maté porque era mia

Un año después empiezo a tener las cosas claras, tan claras que tengo la gran certeza de que todo esta muy turbio. Y está turbio desde hace quizá ya algunos años. Verás, me llevó mucho tiempo, fue un trabajo cuidado y meticuloso. El fango llegó a todas partes, incluso a los rincones y agujeros más recónditos de mi alma, donde mis órganos a su paso se retorcían de dolor y se ahogaban de sufrimiento. Y sí, lo hice. Mientras la enterraba el fango me lo comí, me lo tragué y lo mejor es que lo engullí orgullosa. Entretanto, lloraba por dentro y sonreía por fuera, arduo trabajo. Con el tiempo, esas sonrisas se volvieron amargas y cabizbajas, se volvieron tristes, desoladas, resentidas pero desdeñosas y soberbias. La odiaba, por eso la ahogué pero sin darme cuenta parte de mi se quedó con ella. Ya no volví a ser la de antes. Y yo me pregunto, ¿la de cuándo? Ella me irritaba, me ridiculizaba, me agobiaba por momentos y me frustraba por segundos. Y por eso la enterré, tan adentro que ahora

El post que nunca publiqué

Basta de mentiras. Terminó la farsa, terminó el cuento. Se acabó todo lo que empezó. Es el último adiós, mi último adiós. Se feliz, yo lo intentaré. No quiero más. No quiero vivir más cerca de ti, no quiero sentirte más. No quiero que me acaricies, no quiero beber de ti, no quiero tu sudor, no quiero verte más cerca de mi. Se ha terminado, basta de mentir, basta de mentirme a mi misma. Lo que quiero no ha llegado, no lo tengo junto a ti. Lo mejor es que ya no me cuesta nada decir y decirte que se acabó.  No quiero lo que me das, más no me das nada. Quizá ese sea el problema, tu indiferencia, tu distancia, tu torpeza, tu cohibición y tu depresión, me desgastan y me arañan. No me llenas, no me ofreces, me desgasto y me ahogo. No quiero más de ti, no quiero eso que me das, no me sirve de nada. No quiero tenerte más junto a mi. Por eso me muestro así, por eso me siento mal cuando estoy junto a ti y no quiero ese yo. No me ofreces. No me das, no me gustas, esta historia se acabó