Ir al contenido principal

Juan sin miedo

© Iris Agócs
De pequeña no tenía miedo a nada. Para mi era imposible que algo malo o terrible ocurriera. Claro, más allá de que me preguntaran en clase y no tuviera ni idea de la lección. Pero con mis tres hermanos y mis padres de guardaespaldas, nada malo me podía ocurrir, ni a mi, ni a los demás de mi alrededor.

En mi casa la gente se preocupaba cuando alguien estaba enfermo, y yo no lo entendía. No iba a pasar nada que fuera malo ¿por qué se ponían tan serios? ¿por qué guardaban silencios largos? a mi me parecían situaciones raras y más bien me daba por reír. Creo que alguna vez alguien dijo que no me enteraba de nada. Y ahora pienso que tenían razón.

En ese tiempo a mi padre le dieron dos infartos y mis predicciones se cumplieron, no pasó nada malo.

Con el tiempo te das cuenta que no siempre es así, que no tiene que ocurrir lo peor, pero las cosas dejan de ser como eran. Ahora tiene medio corazón dañado. Y como esto mil cosas más.

La inocencia se pierde, y la frustración y el miedo afloran a cada paso. Te das cuenta que no por estudiar apruebas, que no por mucho formarte consigues el trabajo que quieres, que no por tener el trabajo que quieres ganas lo que te gustaría (un sueldo mínimo). Que aunque tengas el carnet de conducir no conduces, que aunque hayas estudiado inglés no hablas inglés, que aunque hayas estudiando en catalán no dominas el catalán. Y que aunque tengas mil amigos, a veces sigues sintiéndote solo.

En el trabajo fallaste eso que pensabas que tenías por la mano. El chico que te gusta no te hace caso y el que te hace caso no te gusta. Si te hace caso tienes miedo a que vaya mal, y si no te gusta tienes miedo de que no te guste nadie más o piensas que quizá estés siendo muy exigente. Total que al final ya no sabes lo que quieres.

Yo, hace cuatro meses quería un novio, después cambié y quería un perro, ahora me conformo con una guitarra... y a ver si consigo tocarla.


Comentarios

  1. Yo de pequeño era muy miedoso y aun lo soy. Pero me identifico mucho con lo que dices de la frustración. Yo también quise aprender a tocar a guitarra... espero que tú lo consigas. Un beso.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

El hilador

Quisiera explicar tantas cosas que las ideas se me entremezclan y no consigo sacar nada, no logro desliarlas. No voy a mentir, quisiera hablar del amor, de la soledad, del dolor, de la imaginación, de la cultura, del cine, de las mentiras, de las ilusiones, del sexo, de las proyecciones, de los caminos, de la seguridad en uno mismo, de la amistad, de la confianza, del respeto, del deseo, de la frustración, de la imperfección… de tantas cosas, que supongo que hasta que yo no logre desliarlas no las podré explicar. El problema no es hablar de esto, lo difícil aquí es hablar con la verdad absoluta en la mano. Eso es lo que yo me exijo, por eso no puedo hablar de todo esto aún, porque todavía no sé nada. No tengo nada claro. Sigo desenmarañando ese ovillo de hilos de colores negros, amarillos, verdes, grises, blancos, lilas, rojos, naranjas, azules… y mil tonalidades más, pero no encuentro ni el principio ni el fin. Y en muchas partes encuentro nudos enormes, que me parecen imposibles de d

Amigos

Este mes he hecho tantas cosas que no he tenido tiempo para hacer nada. Y es que cuando te acostumbras al estrés, éste se acaba convirtiendo en una droga. Llevaba meses embotada. He vuelto a sentir. He visitado mi parque, después de mucho tiempo. Él vestido de verde me abraza y me sopla fuerte para que me levante. Yo le distraigo haciendo malabares. Me he caído, me he levantado, y he disfrutado de todo eso como una niña pequeña. He reído, he llorado de alegría y de tristeza, he gritado, me enfadado, he odiado. Pero me ha dado igual caerme. Este mes no he parado, no he dejado que se escapara ni una sola gota de tiempo. He vuelto a ver viejos amigos y he sentido otra vez lo que es hablar, reírme y aburrirme con ellos. Me he dado cuenta que hay gente que con una llamada y una tonta propuesta salen de casa sin pensarlo, o se dan la vuelta si es que estaban de camino. He salido jueves, viernes, sábado, domingo y lunes. He disfrutado, de mucha gente que no conocía de nada, amigos de amig

De respeto estamos hablando

  A quien le importa si río o lloro, o si debajo de mi sonrisa hay un sollozo. No lo ves…mi pasotismo es dolor.  La gente solo quiere ser escuchada y no escuchan, ni ven al otro.  Sí, debería expresarme más, para que el otro me entienda, pero a veces no me apetece y mi alma se queda sin voz y se seca.  La decepción en lo imperfecto, la desilusión del azar. Y me pregunto a quien le escribo y no lo puedo deletrear.  Qué anhelo? Una fantasía, una ilusión.  A quien le escribo? igual esa soy YO. La sombra soy yo?  Hace unos días escribí q me estaba buscando, igual eso es todo. Busco MI PROPIO AMOR. Eso q a veces olvido en algún rincón, quizá por callar demasiado mi malestar y desilusión.  Si grito q estoy harta!! Es xq no me estás respetando y por eso me respeto yo.