Más allá de las conversaciones de los viernes, de las risas, de los portazos de la jefa porque estamos de cachondeo y hacemos ruido, de tus pacientes, de los míos, de los que compartimos, de tus informes, de los test y las plantillas. De que somos los más informales, de tus bambas, de las mías, de que te acordaste de mi por lo que dije aquel día, de las borracheras, de los helicópteros, de los dinosaurios, de la música, de los conciertos, de que es divertido hacer cosas improvisadas, de tus conversaciones con Marta, de los viajes, de tu timidez de la que todos nos aprovechamos para divertirnos un rato, de que te cachondes de mi y luego vengas a tantear si me he enfadado, de tu cuello en tensión. Sobretodo por las risas y porque no me hayas hecho ni caso en una cena como la de hoy. Más allá de esta amistad.