Ir al contenido principal

Me quedo con lo de antes

Hoy lo he visto claro. Creo que a partir de los treinta años, además de preocuparme por las arrugas, patas de gallo y demás, que la gente dice que empiezan a salir a esa edad. Y que, entre nosotros, creo (happy de mí)… que me van a dar un punto de madurez perfecto a mi eterna cara de niña. Bueno a lo que iba, mi preocupación máxima será como llegar a fin de mes.

Estamos adentrándonos en una gran crisis y que aunque los políticos lo nieguen, hacía tiempo que se veía venir. En las tiendas todo está carísimo, sin embargo, en mi trabajo no me pagan más de cinco euros la hora. Por suerte o por desgracia, hago pluriempleo y por trabajar la mitad de lo que trabajo por las mañanas, gano lo mismo por las tardes. Y aun así, no siempre soy mil-eurista. Pero ahora, no tengo preocupaciones porque todavía vivo en casa de mis padres (y esto lo digo mientras se me cae la cara de vergüenza, para los que no me veáis).

No, no es la primera vez que me lo planteo. Pero hoy lo he vivido como una pesadilla. A partir de los treinta mis máximas preocupaciones serán si podré pagar el alquiler, o la hipoteca (que no se que es peor), la comida, el agua, el gas, la electricidad, unas bambas nuevas, una sudadera, un pantalón, un abrigo, un libro, el teléfono, el transporte, un CD, las lentillas, cursos de formación, el tabaco, un concierto, internet, preservativos, vacaciones. La cuestión, es que, más que preocupaciones serán realmente problemas.

Si lo pensamos bien todo lo demás son simples preocupaciones. De pequeño te puedes preocupar si no has hecho los deberes, si la barbie ha perdido los zapatos, si has vuelto a jugarte canicas y las has perdido todas, de ser el primero en la fila, si la plastilina se ha llenado de mierda o de un color gris asqueroso. Un poco después te preocupa… si el chico que te gusta te ha mirado o no, que no se te vea ese horroroso grano que te ha salido esa mañana, que tu mejor amiga se va a vivir fuera, si ese verano no podrás ir al pueblo, quieres darle un beso a un chico y no sabes cómo, tu mejor amiga pasa de ti y se va con otra, qué estudiarás más adelante…


Ahora, creo que hay pequeñas preocupaciones que parecen darle un pequeño punto de emoción a la vida. Pero si hablamos de dinero… la cosa cambia.

Comentarios

  1. Pues yo tengo las preocupaciones de ninyo y los problemas de adulto todo junto... Eso ya es masoquismo, digo yo. Te veo pronto en barcelona. Un beso

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

El hilador

Quisiera explicar tantas cosas que las ideas se me entremezclan y no consigo sacar nada, no logro desliarlas. No voy a mentir, quisiera hablar del amor, de la soledad, del dolor, de la imaginación, de la cultura, del cine, de las mentiras, de las ilusiones, del sexo, de las proyecciones, de los caminos, de la seguridad en uno mismo, de la amistad, de la confianza, del respeto, del deseo, de la frustración, de la imperfección… de tantas cosas, que supongo que hasta que yo no logre desliarlas no las podré explicar. El problema no es hablar de esto, lo difícil aquí es hablar con la verdad absoluta en la mano. Eso es lo que yo me exijo, por eso no puedo hablar de todo esto aún, porque todavía no sé nada. No tengo nada claro. Sigo desenmarañando ese ovillo de hilos de colores negros, amarillos, verdes, grises, blancos, lilas, rojos, naranjas, azules… y mil tonalidades más, pero no encuentro ni el principio ni el fin. Y en muchas partes encuentro nudos enormes, que me parecen imposibles de d...

Sin más

Las horas me pasan despacio, el invierno es demasiado largo. Tengo faena y hay personas esperando que la acabe. Aún no me han pagado, llevan meses de retraso. Detrás del teléfono ya no hay nadie, aunque me olvidé de marcar. No me reflejo en nadie, no quiero parecerme a nada. Mi habitación no vuela, está estancada. Tengo faena. Último los detalles, si el humor me acompaña será perfecto. Pero no lo será. Entrego al editor mi biografía rota. La rabia de vez en cuando baila en mi salón.

Lo nuevo

 Qué es lo peor que puede pasar? NADA, básicamente creo que podría perder autoestima y eso dependerá de lo que YO interprete de la situación.  No culparme, todos somos diferentes e imperfectos.  Todo lo que imagino viene de mi. Cuando creo q salgo de mi, entonces me pierdo y me pongo en el otro y me crea ansiedad. No perder al otro, perderme a mi.  No pierdo nada, porque no necesito nada en mi vida. Mi vida es bonita.  Ahora todo está bien. Y si no es, es xq ahí no era.