Ir al contenido principal

Amigos

Este mes he hecho tantas cosas que no he tenido tiempo para hacer nada. Y es que cuando te acostumbras al estrés, éste se acaba convirtiendo en una droga.

Llevaba meses embotada. He vuelto a sentir. He visitado mi parque, después de mucho tiempo. Él vestido de verde me abraza y me sopla fuerte para que me levante. Yo le distraigo haciendo malabares. Me he caído, me he levantado, y he disfrutado de todo eso como una niña pequeña. He reído, he llorado de alegría y de tristeza, he gritado, me enfadado, he odiado. Pero me ha dado igual caerme.

Este mes no he parado, no he dejado que se escapara ni una sola gota de tiempo. He vuelto a ver viejos amigos y he sentido otra vez lo que es hablar, reírme y aburrirme con ellos. Me he dado cuenta que hay gente que con una llamada y una tonta propuesta salen de casa sin pensarlo, o se dan la vuelta si es que estaban de camino. He salido jueves, viernes, sábado, domingo y lunes. He disfrutado, de mucha gente que no conocía de nada, amigos de amigos.

Esperemos haya sido el preludio de unas intensas vacaciones de verano.

Intentar disfrutar al máximo las vuestras!

Comentarios

  1. Sanamente te envidio y a la vez me alegro por vos...Me gusta mucho saber que hay gente que la pasa bien y disfruta y además en consciente de eso. Te felicito por ser una de esas personas y espero que sigas pasando muy lindos momentos...
    Un beso y mucha suertee!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Sin más

Las horas me pasan despacio, el invierno es demasiado largo. Tengo faena y hay personas esperando que la acabe. Aún no me han pagado, llevan meses de retraso. Detrás del teléfono ya no hay nadie, aunque me olvidé de marcar. No me reflejo en nadie, no quiero parecerme a nada. Mi habitación no vuela, está estancada. Tengo faena. Último los detalles, si el humor me acompaña será perfecto. Pero no lo será. Entrego al editor mi biografía rota. La rabia de vez en cuando baila en mi salón.

La locura de la mente

Si estás, me alejo. Y si no estás, me agobio.  Mi cabeza me traiciona.  Me sorprende, pues para mí está claro y es más que evidente que nuestra relación, nuestra atracción, compatibilidad y conexión es épica. Y tan perfecta como INEXISTENTE.  Y es que mi mente me da la razón, por inverosímil que sea la situación. Ella es capaz de inventar, y si hace falta de construir puentes y rascacielos. Además, almacena cantidades de señales fraudulentas, donde pruebas neutras son gritos de atracción. Roces fugaces son necesidades de deseo. Palabras sueltas son necesidades de comunicación con mensajes secretos, llenos de todas esas cosas que me quieres decir. Y que por supuesto, pienso que no te atreves a decirme, cual adolescente embargado por nuevas e intensas emociones de intenso amor.  Y así sigo, feliz y frustrada.  Proyectando todas MIS inseguridades en ti. Para mi mente, yo siempre tengo razón. Aunque no sepa ni lo que digo. Aunque las señales también sean opuestas. A...

Lo nuevo

 Qué es lo peor que puede pasar? NADA, básicamente creo que podría perder autoestima y eso dependerá de lo que YO interprete de la situación.  No culparme, todos somos diferentes e imperfectos.  Todo lo que imagino viene de mi. Cuando creo q salgo de mi, entonces me pierdo y me pongo en el otro y me crea ansiedad. No perder al otro, perderme a mi.  No pierdo nada, porque no necesito nada en mi vida. Mi vida es bonita.  Ahora todo está bien. Y si no es, es xq ahí no era.