Ir al contenido principal

Cerrado por derribo

A veces, nos hacemos daño a nosotros mismo sin darnos cuenta. En ese momento, todo nos da igual y el sufrimiento es como una manta que te cubre todo el cuerpo te lo anestesia y a partir de ahí ya no sientes nada. No te importa el dolor, no te importa sufrir, te arriesgas, te atreves a hacer cualquier cosa. La más absurda, la más peligrosa. Pero te da igual, porque ya no sufres. El dolor ha dejado las neuronas dormidas. La endorfina recorre el cuerpo. Ya nada importa. La mente se queda plana, vacía, ya no piensas, solo actúas y te dejas llevar por el viento, por las olas.

Después, todo se convierte en una espiral. La gente te echa en cara lo que hiciste, lo que haces, hablan, intentan que razones, te argumentan, te cuentan, te aconsejan, te critican, como si ellos lo supieran hacer todo bien. Así, vuelves otra vez a dejar de sentir.

Todo el mundo comete errores, pero no son errores, nunca nos equivocamos sino que seguimos nuestro impulso, nuestras opciones, nuestro saber, nos dejamos fluir por el momento, la situación, las circunstancias. Fluyo así y así es como tuvo que ser, sin más. Vuelvo a evitar, y qué, vuelvo a tener paranoias, y qué. ¿Te olvidaste? eres bipolar.

No quiero que nadie más me diga lo que tuve o tengo que hacer.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sin más

Las horas me pasan despacio, el invierno es demasiado largo. Tengo faena y hay personas esperando que la acabe. Aún no me han pagado, llevan meses de retraso. Detrás del teléfono ya no hay nadie, aunque me olvidé de marcar. No me reflejo en nadie, no quiero parecerme a nada. Mi habitación no vuela, está estancada. Tengo faena. Último los detalles, si el humor me acompaña será perfecto. Pero no lo será. Entrego al editor mi biografía rota. La rabia de vez en cuando baila en mi salón.

La locura de la mente

Si estás, me alejo. Y si no estás, me agobio.  Mi cabeza me traiciona.  Me sorprende, pues para mí está claro y es más que evidente que nuestra relación, nuestra atracción, compatibilidad y conexión es épica. Y tan perfecta como INEXISTENTE.  Y es que mi mente me da la razón, por inverosímil que sea la situación. Ella es capaz de inventar, y si hace falta de construir puentes y rascacielos. Además, almacena cantidades de señales fraudulentas, donde pruebas neutras son gritos de atracción. Roces fugaces son necesidades de deseo. Palabras sueltas son necesidades de comunicación con mensajes secretos, llenos de todas esas cosas que me quieres decir. Y que por supuesto, pienso que no te atreves a decirme, cual adolescente embargado por nuevas e intensas emociones de intenso amor.  Y así sigo, feliz y frustrada.  Proyectando todas MIS inseguridades en ti. Para mi mente, yo siempre tengo razón. Aunque no sepa ni lo que digo. Aunque las señales también sean opuestas. A...

Lo nuevo

 Qué es lo peor que puede pasar? NADA, básicamente creo que podría perder autoestima y eso dependerá de lo que YO interprete de la situación.  No culparme, todos somos diferentes e imperfectos.  Todo lo que imagino viene de mi. Cuando creo q salgo de mi, entonces me pierdo y me pongo en el otro y me crea ansiedad. No perder al otro, perderme a mi.  No pierdo nada, porque no necesito nada en mi vida. Mi vida es bonita.  Ahora todo está bien. Y si no es, es xq ahí no era.