Con hoy llevamos dos días a bordo sin pisar tierra, y quieras o no, se nota. Estamos cansados y tenemos ganas de llegar a Ko Pha Ngam, según nos han dicho es una de las más bonitas y tranquilas islas paradisiacas de Tailandia.
Esta noche nos ha sorprendido el mal tiempo, así que hemos tenido que arriar velas y apenas se veía nada. Vaya noche...! Menos mal que Yoon y Celine han navegado bastante. Yo no tengo ni idea, pero intento ayudarles en lo que puedo.
Por suerte, ahora apenas hay viento, así que el mar está calmado y el Sol brilla bastante, eso se agradece. Las vistas son increibles y es que el mar aquí es precioso. Las aguas tienen de un color verde turquesa que nunca antes había visto. Mirando a mi alrededor se puede tener la sensación de que hemos ido dando vueltas como tontos. Porque pierdes la vista mirando al mar y todo parece igual.
A Celine y a Yoon los conocí en Phuket. Ella es francesa y él es coreano, la verdad es que son geniales. El coreano se pasa el día hablando y Celine también. A mi me cuesta un poco entenderlos, porque mi inglès aún no es muy bueno, pero está mejorando a pasos agigantados.
La verdad es que a veces me apetece estar sola en la cubierta del barco, disfrutando del viento, del Sol, del cielo y del enorme mar que nos rodea. Otras sin embargo, aborrezco la soledad y preferiero sentarme junto a ellos y hablar durante un largo rato. Todo es complejo, porque a veces, aunque lo intento me doy cuenta que no puedo.
No es que no pueda, yo creo que la verdad es que no quiero. Quizá por eso estoy aquí en medio de la nada, porque me gusta desaparecer, me gusta esconderme. Mis ideas me han llevado hasta aquí en busca de algo, que todavía no sé que es. Cuando lo encuentre lo sabré.
Esta noche nos ha sorprendido el mal tiempo, así que hemos tenido que arriar velas y apenas se veía nada. Vaya noche...! Menos mal que Yoon y Celine han navegado bastante. Yo no tengo ni idea, pero intento ayudarles en lo que puedo.
Por suerte, ahora apenas hay viento, así que el mar está calmado y el Sol brilla bastante, eso se agradece. Las vistas son increibles y es que el mar aquí es precioso. Las aguas tienen de un color verde turquesa que nunca antes había visto. Mirando a mi alrededor se puede tener la sensación de que hemos ido dando vueltas como tontos. Porque pierdes la vista mirando al mar y todo parece igual.
A Celine y a Yoon los conocí en Phuket. Ella es francesa y él es coreano, la verdad es que son geniales. El coreano se pasa el día hablando y Celine también. A mi me cuesta un poco entenderlos, porque mi inglès aún no es muy bueno, pero está mejorando a pasos agigantados.
La verdad es que a veces me apetece estar sola en la cubierta del barco, disfrutando del viento, del Sol, del cielo y del enorme mar que nos rodea. Otras sin embargo, aborrezco la soledad y preferiero sentarme junto a ellos y hablar durante un largo rato. Todo es complejo, porque a veces, aunque lo intento me doy cuenta que no puedo.
No es que no pueda, yo creo que la verdad es que no quiero. Quizá por eso estoy aquí en medio de la nada, porque me gusta desaparecer, me gusta esconderme. Mis ideas me han llevado hasta aquí en busca de algo, que todavía no sé que es. Cuando lo encuentre lo sabré.
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